Primer viaje con la Vw T3 Syncro y para inaugurarla hemos elegido Chulilla. Hace unos años vinimos para visitar el Charco Azul, un pequeño lago a los pies del pueblo de Chulilla. Hoy la ruta consistirá en una travesía de una duración aproximada de dos horas y media conocida como la ruta de los puentes colgantes.

Sin muchos preparativos, casi tal cual la trajimos de Tarragona, partimos dirección Chulilla. Tan solo rellenar un poco de líquido refrigerante y cargar la caja de herramientas (por si las moscas). Cogemos dirección pista de Ademuz y paramos a poner gasolina. La temperatura se mantiene en la mitad del marcador, todo marcha bien. Aún así, compramos un litro de aceite ya que hemos comprobado que el nivel está un poco bajo. Echamos aceite y seguimos la marcha, no queda mucho para llegar.

Chulilla

Ya en Chulilla, lo primero es lo primero, acudimos a la plaza del pueblo para almorzar. Después una visita al Charco Azul y salimos dirección al ecoparque desde donde sale la ruta de los puentes colgantes.
Chulilla, charco azul

Puentes colgantes de Chulilla

Tras aparcar, nos dirigimos al camino para emprender la ruta. Enseguida las vistas son espectaculares. Un mirador nos hace posible admirar un cañon por donde discurre el agua que llega hasta el Charco Azul.

Cañon ruta de los puentes colgantes

La senda nos lleva un buen rato paralelos a ese cañon hasta encontrarnos con unas escaleras. Estos peldaños serpentean hasta llegar al primero de los puentes colgantes.

Puente colgante Chulilla

Un puente de unos 20 metros de longitud, cogido a las paredes del cañon con gruesos cables de acero y a una altura de unos 15 metros sobre el río. Al pisar la primera traviesa notas como el puente balancea y cruje, hay quien acelera la marcha. Seguimos bajando por otras escaleras que te llevan hasta el cauce del río. No muy lejos de allí, está el segundo puente colgante. Éste es más bajo, apenas lo separan unos metros del río pero es igual de espectacular.

Puente colgante Chulilla

Pasamos al margen derecho del río Guadalaviar, en la que nos encontramos con numerosas vías para practicar la escalada. Chulilla es conocido por ser uno de los epicentros de la escalada en la Comunidad Valenciana. Hasta esta población se desplazan multitud de escaladores de España y del extranjero. Sin duda, es un buen lugar para practicar este deporte.

Escaladores
Continuamos por el camino hasta llegar a lo que se conoce como el Embalse de Torraeta, donde el cañon se abre. Estamos a los pies de la presa del Embalse de Loriguilla.

Es el momento de volver por el mismo camino ya que no se trata de una ruta circular. Deshacemos camino hasta llegar a la furgoneta. Al final es una ruta de unas dos horas y media. Toca volver al pueblo a recuperar fuerzas en el bar.

Syncronizados

vuelta-chulilla